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Conversación de locos (2 cafés vieneses)



Un café vienés (conocido también en italiano como espresso con panna) es un café expreso pequeño o doble, generalmente ligero, cubierto con crema batida. Es una bebida tan antigua como el cappuccino, muy popular en los cafés de Budapest y Viena.


El comienzo de año me animó a iniciar un nuevo proyecto -este espacio- al que decidí llamar: “Café de por medio".
La motivación para hacerlo ya la expuse en la presentación; la cuestión ahora es cómo implementar estas charlas de café. Las formas posibles son varias y seguramente adoptaré la más conveniente, dependiendo de las circunstancias; pero lo realmente importante es: el que nos podamos comunicar; el hacernos un tiempito para conocer nuestras inquietudes, temores, sueños y proyectos, o simplemente hablar de lo que se nos ocurra.
Es así que aquí abre las puertas este "bar". Un bar muy particular, puesto que sólo hay una mesa y dos sillas, y en donde seguramente se darán buenas charlas entre ustedes y este servidor; como es de imaginar, café de por medio.

Mi primer invitado es una persona con la cual no converso desde hace mucho tiempo; no por una cuestión de distancia, más bien quizás responda a una razón de tiempo, puesto que la cotidianidad, a veces nos lleva por delante, nos atropella, y nos obliga a mantenernos en constante movimiento. Como si de el juego de la silla se tratase: hay que estar atentos a la señal, o podemos quedarnos de pie. Y esto produce, a veces, el que no nos detengamos en reparar en el otro, por lo que "damos algo por sentado"; inclusive llegamos a sentir que no es necesario decir nada, ya que él o ella, "seguramente debe de saberlo".

Así pues les presento a Gabriel Parrinello, de ahora en más, GP.


Yo: Uff, ¡qué difícil resulta esto de hablar con uno mismo! Vamos a ver que tal sale.
Bien... ¿tenés algo que quieras contarme?

GP: Nada que no sepas ya.

(risas)

Yo: Es cierto. Aunque a veces pareciese que entre nosotros hay secretos. :-)
He visto que haz revivido un viejo blog tuyo: Fotografías de la vida irreal. ¿Acaso han vuelto las musas?

GP: Las musas en este ispa responden al target de las percantas de las letras de tango; siempre se van con otro. Pero al menos me consuela el saber que no soy el único, puesto que al Nano (Serrat)se le han ido de vacaciones. (risas)

Yo: Aha, como dicen: mal de muchos...

GP: No, en realidad hacía tiempo que quería hacerle un cambio de cara al blog, pero por una u otra razón, siempre lo iba postergando. En cierta medida me ayudó la curiosidad de ver, qué tal era la nueva versión de Blogger; sabes que siempre ando buscando algo que investigar. Por cierto, al que dejé abandonado es a Linux, digamos que me tomaré un tiempo para ser simplemente usuario, dejando de lado la parte investigativa.

Yo: Sí, ya se. Sos un investigador "bajo demanda".

(Aquí me veo haciendo una leve mueca a modo de sonrisa forzada)

GP: Esa era la próxima frase que pensaba decir. (Odio cuando hace eso)

Yo: Por mi parte, he puesto a descansar al "músico", así que estoy aprovechando a cumplir con algunas asignaciones pendientes, en lo que a literatura se refiere.
Me he comprado un par de libros de Eugene Ionesco.

GP: ¿Eugene Ionesco?

Yo: Si. Quizás te acuerdes, cuando éramos chicos, con el viejo grabamos una obra de teatro de él: El rinoceronte.
El tipo es considerado como "el maestro del anti teatro", o del "teatro de lo absurdo" por el desparpajo de su ruptura con la lógica y la huida inexorable desde lo natural visible.
Y el otro día en el subte, me compré "El anticristo", de Nietzsche. Así que con estos tres libros, cubro la cuota literaria.

GP: ¡Cómo me gusta cuando hablás en difícil! (risas)
El que debería estar leyendo, soy yo y vos dedicándote a esto de los blogs. Por cierto, te quedó lindo el "boliche". A ver si nos juntamos más seguido a charlar, que aún tenemos muchas cosas por contarnos.

Yo: ¿Ya te vas? ¿No querés otro café?

GP: Con gusto me quedaría, pero supongo que no queremos aburrir a tus lectores con nuestras anécdotas. Por otra lado, ya son casi las 10 de la noche y tengo que ir a cenar. ¿Le doy un beso a tu mujer de mi parte? Es broma, no te enojes.


Yo: Aha, siempre dije que debiste haber sido comediante. En fin... dejaremos la puerta abierta para un próximo encuentro.

GP: Con gusto. Nos vemos.



Me veo ir y parece mentira. Ni un abrazo, ni un apretón de manos; y el colmo, ni siquiera me dejé propina. En realidad, no se de que me extraño... nunca me caí bien.

1 comentarios:

Anónimo dijo...

GABY!
Me encantó el juego planteado.
Ahora: Esto sólo confirma lo que siempre supuse: sos una alucinacion, lobo; no sé si mía, o tuya. Una alucinación esteparia.
Y... veamos...digame... (hacé de cuenta que te miro por encima de los lentes, acomodándome en un escritorio) esas voces que usted dice oir... ¿las escucha dentro suyo, o fuera?

Abrazo de oso y besos de princesa.
Gracias por haber recuperado tus musas.